Nací en Argentina y cuando tenía diez años me gané una cámara fotográfica en un sorteo, ese día decidí que quería ser fotógrafo. Once años más tarde me convertí en fotoperiodista. Esto me ha dado un gran entrenamiento para documentar momentos "sin posados" y me ha permitido poner esa experiencia en lo que más me gusta hacer, "fotos de boda".
Mi forma de trabajar es natural, no intervengo en el desarrollo de un evento ni preparo las escenas para ganar un concurso, simplemente busco miradas, sonrisas y expresiones. El resultado son fotos naturales con un gran contenido emocional.